Sector 3 de la muralla medieval de Lorca: restauración de T-23, C-26 y C-27

Año: 2012-2013
Localidad: Lorca (Murcia)
Org. Contratante: Excmo. Ayuntamiento de Lorca

Descripción: La torre T-23 (conocida como Torre de Rojano) y las cortinas C-26 y C-27 según Plan Especial de Protección de la Muralla de Lorca (PEPML), están situadas en la C/ Pósito, junto al antiguo archivo municipal.

La cortina C-26 es un lienzo de muralla cuyo trazado se desarrolla entre la torre del reloj y la Torre Rojano. Se conservan indicios de dos tramos. Uno se corresponde con un muro de contención entre dos niveles de calle, totalmente accesible, hasta la torre T-23. La otra está integrada como muro en el antiguo Pósito municipal.

La torre T-23, exenta por sus cuatro lados, es conocida como "Torre de Rojano". Aunque transformada en vivienda, al inicio de los trabajos se encontraba ya desocupada, y aunque en mal estado, es de las pocas que mantienen las fábricas originales de tapial calicastrado. La torre había sido objeto de unos trabajos de protección de las cubiertas por parte del Ayuntamiento de Lorca, mediante un cerramiento provisional de chapa de acero lacada. También se habían tapiado los accesos y eliminado algunas construcciones accesorias. El interior se encontraba en estado ruinoso, lleno de escombros y con una compartimentación inadecuada al haber sido vivienda en su parte superior, además de estar muy deteriorada. La parte inferior, en principio, se consideraba maciza.

La cortina C-27 es un tramo de muralla que parte de la citada T-23. Es accesible por su lado sur y oeste, al haber desaparecido unas edificaciones antes allí adosadas.

Antes del comienzo de la obra, el acceso al interior de la torre T-23 resultaba imposible, debido a que los huecos de acceso se encontraban tapiados y a que el interior se encontraba colmatado de escombros como consecuencia de los derrumbes producidos años antes. La primera fase de la intervención, consistió en abrir estos huecos y proceder al vaciado manual de los escombros y limpieza del interior. Una vez realizadas estas operaciones y se accedió al interior de la torre, se comprobaron sus elementos estructurales.

Tras las inspecciones realizadas salieron a la luz ciertos elementos arquitectónicos susceptibles de ser recuperados, especialmente por sus valores históricos, como una escalera de comunicación entre los dos niveles realizada en bóveda de ladrillo y revestimiento de yeso, y parte de la estructura de forjado del nivel superior consistente en un forjado de rollizos y revoltones de yeso, apoyados sobre una gran viga de madera.

También apareció, tras la retirada de los escombros que estaban apilados en los pies de la torre, en la esquina formada por ésta y la cortina C-26, una fuente o pilón de cierta trascendencia histórica, que se consideró que debía ser consolidada e integrada en el proyecto.

Una vez estudiados estos hallazgos, se modificó el modo de proceder. La escalera original, se conservó y fue restaurada, en sustitución de la nueva escalera de caracol que en principio estaba proyectada. La parte de la estructura horizontal de rollizos y revoltones de yeso que se encontraba en mal estado, en concreto los rollizos que se encontraban afectados por xilófagos y en gran estado de deterioro, fueron restituidos, ya que quedaba perfectamente documentados sus dimensiones y situación, quedando las improntas de los apoyos en los muros. La viga principal de madera sí resultó recuperable, por lo que fué restaurada. Exteriormente, se restituyeron los muros de tapial en las zonas con carencia hasta alcanzar la cota original.

En cuanto a las actuaciones realizadas en las cortinas C-26 y C-27, se procedió a la eliminación de las fábricas de ladrillo, bloques y otros materiales sobre los lienzos de la muralla, y a su restauración mediante el picado de los revestimientos contemporáneos, la restitución de las carencias de mampostería, y la limpieza y rejuntado de los mampuestos.

Junto a la cortina C-27, se adecuó un solar municipal como espacio libre público, al que se dotó de mobiliario urbano. Además se dotó de cartelería con información sobre la muralla y las actuaciones realizadas.

Los trabajos fueron licitados por el Ayuntamiento de Lorca, y financiados con cargo al 1% Cultural del Ministerio de Fomento.

Los técnicos redactores del proyecto y directores de obra han sido los arquitectos D. Severino Sánchez Sicilia, D. Rafael Pardo Prefasi y Dña. Inmaculada González Balibrea. El director de ejecución material y coordinador de seguridad y salud ha sido el arquitecto técnico D. Pedro E. Collado Espejo.

Publicaciones sobre la obra:
Artículo en el diario La Opinión, de fecha 4 de julio de 2012 
Artículo en el diario La Verdad, de fecha 30 de octubre de 2012
Artículo en el diario La Verdad, de fecha 21 de mayo de 2013